Reino Unido anuncia compra de 12 aviones F-35A con capacidad nuclear en cumbre de la OTAN
La decisión marca un giro en la postura de disuasión nuclear británica y responde a las presiones de EE.UU. sobre el gasto en defensa de los aliados
Londres / Washington / Bruselas. — El primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer, anunciará este miércoles durante la cumbre de la OTAN la compra de 12 cazas F-35A de quinta generación, fabricados por Lockheed Martin, con capacidad para portar armas nucleares. Se trata de un paso estratégico que refuerza la postura disuasiva del país y su papel dentro de la arquitectura de defensa nuclear de la alianza.
“El compromiso del Reino Unido con la OTAN es incuestionable, al igual que la contribución de la alianza para mantener seguro al Reino Unido. Pero todos debemos redoblar esfuerzos para proteger la zona euroatlántica para las generaciones futuras”, dirá Starmer, según un comunicado previo de Downing Street.
Reforzando la disuasión nuclear británica
Actualmente, el único sistema de disuasión nuclear del Reino Unido es su flota de submarinos Trident con misiles balísticos nucleares. Con la adquisición de los F-35A, el Reino Unido se integrará formalmente a la misión nuclear aérea de doble capacidad de la OTAN, uniéndose a países como Alemania, Italia y Bélgica, que ya participan en este componente estratégico.
Esta decisión representa un cambio importante en la postura militar del Reino Unido, al establecer una disuasión más diversificada y visible, en línea con las prioridades de la alianza ante el deterioro del panorama de seguridad internacional.
Contexto geopolítico y presión desde EE.UU.
El anuncio llega en medio de una creciente presión de Estados Unidos, especialmente del presidente Donald Trump, quien ha criticado en repetidas ocasiones a los miembros de la OTAN por no invertir lo suficiente en defensa. La compra de los F-35A —aviones de combate avanzados con capacidades furtivas, tecnológicas y nucleares— puede interpretarse como una señal de compromiso renovado del Reino Unido con las exigencias de gasto militar dentro de la alianza.
Starmer buscará además utilizar este anuncio para instar a los aliados a redoblar su inversión en seguridad colectiva, en un momento en el que Europa enfrenta múltiples desafíos, desde la guerra en Ucrania hasta la tensión creciente con Irán y Rusia.
Impacto económico y tecnológico
Según el gobierno británico, la adquisición también tendrá un impacto positivo en la industria de defensa nacional, ya que el 15 % de la cadena de suministro global de los F-35 se encuentra en el Reino Unido. Se estima que la decisión contribuirá a sostener unos 20,000 empleos en el país vinculados al programa, que involucra a más de 500 empresas británicas.
El modelo F-35A, diseñado principalmente para operar desde pistas convencionales, difere del F-35B de despegue vertical, que ya opera en portaaviones británicos. Esta nueva adquisición permitirá integrar a la Real Fuerza Aérea (RAF) en la misión nuclear táctica aérea de la OTAN, que contempla el uso de bombas nucleares B61, en caso de una escalada militar.
Una señal en tiempos de “incertidumbre radical”
“En una era de incertidumbre radical, ya no podemos dar la paz por sentada”, enfatizará Starmer en su discurso, haciendo eco del sentimiento predominante en varias capitales europeas que ven en la OTAN un pilar indispensable para su seguridad.
El movimiento es percibido por analistas como parte de un reposicionamiento estratégico del Reino Unido tras el Brexit, intentando reafirmar su liderazgo dentro del bloque transatlántico.
La adquisición de estos aviones, cuyo costo individual supera los 90 millones de dólares, también podría generar debate interno sobre prioridades presupuestarias, aunque, de momento, el enfoque oficial subraya la necesidad de una defensa robusta ante amenazas crecientes.