El mundo se despide del Papa Francisco: luto global por un líder de fe y esperanza
El Papa Francisco falleció este lunes en Roma a los 88 años, tras más de una década de servicio como pontífice. Monumentos históricos, líderes mundiales y millones de fieles rinden homenaje al primer Papa latinoamericano.
ROMA.— La mañana del lunes 7 de abril quedará grabada en la historia de la Iglesia católica y del mundo. A las 7:35 a.m. (hora local), el Vaticano confirmó el fallecimiento del Papa Francisco, nacido Jorge Mario Bergoglio, a causa de un ictus cerebral y un colapso cardiovascular irreversible. Su muerte se produjo menos de 24 horas después de su última aparición pública durante el Domingo de Resurrección, cuando ofreció su mensaje de Pascua desde el balcón de la Basílica de San Pedro.
“Renovemos nuestra esperanza y nuestra confianza en los demás… porque todos somos hijos de Dios”, fueron las palabras leídas por un clérigo mientras el Papa, visiblemente debilitado, saludaba en silencio a los fieles desde su silla de ruedas.
Un legado de cercanía y humildad
Francisco, el primer Papa jesuita, latinoamericano y del hemisferio sur, asumió el pontificado en marzo de 2013 tras la renuncia de Benedicto XVI. Desde el inicio de su papado, se propuso transformar la Iglesia en una institución más austera, compasiva e inclusiva, centrada en los pobres y marginados. “Me gustaría una Iglesia pobre y para los pobres”, expresó al inicio de su pontificado, estableciendo una línea que marcaría su liderazgo.
Su estilo rompió con muchas tradiciones: renunció a los lujosos aposentos papales para vivir en la Casa Santa Marta, prefirió vehículos sencillos y se mantuvo cercano a la gente en sus más de 60 viajes internacionales.
Reacciones y homenajes alrededor del mundo
El impacto de su muerte ha traspasado las fronteras religiosas. En Roma, el Coliseo cerrará sus puertas este martes en señal de luto, mientras que en París, las luces de la Torre Eiffel se apagarán y las campanas de Notre Dame repicaron 88 veces, en honor a los años del pontífice. En Estados Unidos, las banderas ondean a media asta en el Monumento a Washington. En Kosovo, su retrato fue instalado en la Catedral de Santa Madre Teresa.
En Argentina, su país natal, el presidente Javier Milei escribió: “A pesar de diferencias que hoy resultan menores, haber podido conocerlo en su bondad y sabiduría fue un verdadero honor para mí”. Líderes de Francia, Italia, España, Reino Unido, México y Estados Unidos también expresaron sus condolencias, reconociendo su labor por la paz y la justicia social.
Un adiós sin ostentación
Fiel a su carácter humilde, el Papa Francisco pidió ser enterrado en un sencillo ataúd de madera, sin los tres tradicionales, y rechazó el uso de un catafalco en la Basílica. Además, solicitó ser sepultado en la Basílica de Santa María la Mayor, en lugar de las criptas papales del Vaticano.
Su cuerpo será velado en la capilla de Santa Marta antes de ser trasladado el miércoles a la Basílica de San Pedro, donde permanecerá abierto al público. El funeral se llevará a cabo dentro de los próximos días y estará presidido por el camarlengo Kevin Farrell, encargado de liderar la transición hacia el nuevo pontífice.
Entre el aplauso y la crítica
Aunque ampliamente reconocido por su cercanía, sencillez y apertura al diálogo interreligioso, su pontificado también fue blanco de críticas por sectores conservadores, especialmente en temas como los derechos de la comunidad LGBTQ+, el rol de las mujeres en la Iglesia y su respuesta a los abusos sexuales.
Aun así, millones lo recordarán como el Papa de los gestos sencillos y las palabras directas, el que besó a los enfermos, lavó los pies a los presos, denunció la indiferencia ante los migrantes y caminó junto a los más desfavorecidos.
El luto se siente en cada rincón del planeta. La Plaza de San Pedro, colmada de fieles en silencio, se ha convertido en el epicentro de una despedida conmovedora.
Francisco, el Papa que rompió moldes, se ha ido. Pero su legado de fe, esperanza y servicio quedará como faro para el futuro de la Iglesia y la humanidad.