Sheikh Hasina Renuncia y Deja el Poder en Bangladés en Medio de Feroces Protestas
Dhaka, Bangladés - En un sorprendente giro de los acontecimientos, Sheikh Hasina, la primera ministra de Bangladés, ha renunciado a su cargo en medio de intensas protestas y ha huido a la India. Este evento marca el final de la era de la líder con más larga trayectoria en el gobierno mundial, habiendo dirigido el país durante más de 20 años, los últimos 15 de manera ininterrumpida.
El mandato de Sheikh Hasina se destacó por un notable crecimiento económico, con el desarrollo de infraestructuras clave y la consolidación de Bangladés como un actor principal en la industria textil global. Sin embargo, su gobierno también se caracterizó por la represión de la oposición política y la sociedad civil, con frecuentes denuncias de violaciones a los derechos humanos y la libertad de prensa.
Un Legado Marcado por el Destino y la Política
Sheikh Hasina sobrevivió al golpe de Estado que asesinó a su padre, el presidente Sheikh Mujibur Rahman, en 1975, debido a que se encontraba en Alemania. Esta experiencia de exilio y supervivencia marcó su futuro político. En 1981, regresó a Bangladés y asumió el liderazgo de la Liga Awami, el partido fundado por su padre.
Su carrera política estuvo marcada por una intensa rivalidad con Khaleda Zia, del Partido Nacional de Bangladés (BNP), con ambas líderes alternándose en el poder hasta que Hasina consolidó su control en 2009. Durante su mandato, la relación entre ambas líderes se deterioró significativamente, con Zia encarcelada por corrupción y Hasina sobreviviendo a múltiples intentos de asesinato.
Auge Económico y Control Autoritario
Bajo el liderazgo de Sheikh Hasina, Bangladés experimentó un auge económico, impulsado por la construcción de centrales eléctricas y una eficiente red eléctrica que favoreció la industrialización. Sin embargo, el crecimiento económico se vio empañado por la explotación laboral y condiciones de trabajo precarias, destacadas por la tragedia del derrumbe de la fábrica Rana Plaza en 2013, que causó la muerte de más de 1.100 trabajadores.
Al mismo tiempo, su gobierno intensificó la represión política. Desde 2018, las leyes contra la "propaganda negativa" han puesto en riesgo a periodistas críticos, y el país ocupa el puesto 165 de 180 en la clasificación de libertad de prensa de Reporteros sin Fronteras.
Protestas y Renuncia
La última ola de protestas, iniciada por la demanda de abolir un sistema de cuotas en la función pública que favorecía a los partidarios de la Liga Awami, escaló en violencia. A pesar de los intentos de moderar el sistema de cuotas, las protestas continuaron, resultando en más de 300 muertos en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.
Acorralada por las protestas y sin opciones aparentes para calmar la situación, Sheikh Hasina tomó la decisión de dimitir y trasladarse en helicóptero a la India, poniendo fin a su largo y controvertido mandato.
El futuro de Bangladés se encuentra ahora en una encrucijada, con la necesidad urgente de un liderazgo que pueda abordar las demandas de la población y asegurar un camino hacia la estabilidad y la democracia.