¿Y la cultura a’pá?
Recientemente tuve el gusto de asistir a un extraordinario festival de baile flamenco donde participaron, desde pequeñas niñas de menos de 5 años de edad, hasta bailaoras con evidente experiencia, pasando por niñas, adolescentes y jóvenes que con gran entusiasmo interpretaron diversas variaciones del flamenco.
El escenario fue el salón de eventos de un conocido hotel de San José del Cabo que brindó un magníficoespacio con un inmejorable juego de luces y una calidad de sonido excelente. Una docena de talentosos músicos le dieron un realce de altura que combinó armónicamente con el cuidado que la organizadora puso en el vestuario de todas y cada una de las bailaoras.
Así como esta estupenda escuela de flamenco dirigida por Aidé Carreño, también está la legendaria y espectacular Academia de Danza Téllez creada y dirigida por Lulú Téllez quien además de haber sido la mentora de cientos de niños y jóvenes, le ha dado a la danza un sentido social altruista muy importante para talentosos bailarines con muy limitados recursos económicos en Los Cabos.
Y si me refiero a estas dos activiades es porque cada vez menos la población y el turismo de este municipio de Los Cabos, tiene oportunidad de asistir a eventos culturales, de entretenimiento o cualquier otro tipo de espectáculos por la falta de recintos adecuados.
Y es que ya contamos con una comunidad de más de 450 mil personas sin inlcuir la población flotante, por lo que es de pena ajena y propia, ver que la oferta de espacios dedicados al arte y el entretenimiento es sorprendentemente limitada.
Los principales teatros de la zona que son el Pabellón Cultural de la República en Cabo San Lucas y el Teatro de la Ciudad de San José del Cabo, se encuentran actualmente inhabilitados. Estos espacios, que alguna vez fueron el centro de actividades culturales y artísticas en la región, ahora se encuentran en un estado de deterioro y abandono. Por supuesto que corre la misma suerte el Centro de Convenciones del G20 que fue creado y construido en tiempo récord para ese inolvidable acontecimiento en el que estuvieron los 20 jefes de Estado más importantes del planeta allá por el 2012. Hoy igual que los otos dos, esta magnífica instalción está hecha una verdadera ruina.
La ausencia de estos recintos culturales ha dejado a los habitantes de Los Cabos con pocas opciones para disfrutar de eventos teatrales, musicales y artísticosmientras la necesidad de entretenimiento siue creciendo en este municipio, donde la población busca experiencias culturales que enriquezcan su vida y promuevan el desarrollo de la comunidad.
Los beneficios de contar con recintos culturales son numerosos. Estos espacios no solo brindan un escape del estrés diario, sino que también fomentan en el mundo de los niños, niñas y en la juventud, la creatividad, la expresión artística y el sentido de pertenencia a su propia comunidad. Además, los eventos culturales pueden atraer a turistas y visitantes, generando así un impulso económico para la región.
Sabemos del entusiasmo y visión del actual alcalde de los Cabos, Oscar Leggs, sin embargo el equipo de ICA (Instituto de Cultura y Artes) dirigido hasta hace unosmeses por Irene Román, le falló, incluso proporcionándole infomación falseada como ocurrió en su último Informe donde el Edil dijo que habían asistido más de 5 mil personas al festejo de los 50 años del festival Cervantino en una semana cuando no fueron ni si quiera 500 personas. Lo mismo sucedió con la poca atención que le dieron al Pabellón Cultural que sigue sin poder transferir su tutela del ICA a la Delegación de Cabo San Lucas. Incluso no se han cumplido las instrucciones del propio alcalde para traspasar más de 8 millones de pesos por recaudación del estacionamiento para rehabilitar al Pabellón.
A la fecha sigue siendo crucial que las autoridades locales y los líderes comunitarios tomen acciones concretas para solucionar la falta de recintos culturales. Es imperativo realizar inversiones en la restauración y modernización de los teatros existentes.
La falta de recintos culturales en Los Cabos no solo limita las opciones de entretenimiento de sus habitantes, sino que también afecta la identidad y el desarrollo de los jóvenes que no pocas veces -por la falta de espacios de libre expresión- busquen otras actividades que no pocas veces se asocian a problemas de delincuencia, drogas y pandillerismo.
Es hora de que se tomen medidas para llenar este vacío cultural y brindar a los residentes de los lugares dignos donde los ciudadadanos puedan disfrutar, apreciar y participar en diversas expresiones artísticas.
¿Verdad a’pá?
Cuídese
AF