El fin del proletariado
Es un camino sin retorno. En los próximos años, será cada vez más frecuente ver que robots, bots, plataformas digitales y máquinas sofisticadas provistas de inteligencia artificial vayan sustituyendo el trabajo realizado por los seres humanos.
Ya empezó este proceso. Lo pueden ver ustedes actualmente en las cajas de cobro de muchos establecimientos de la cadena de supermercados Wall Mart, donde el mismo cliente realiza la función del cajero al pagar sus mercancías.
Ahora la mayoría de los bancos animan a los usuarios a realizar sus operaciones financieras desde su ordenador o teléfono celular en lugar de acudir a una sucursal bancaria.
Más de 50 bancos, de mayoría europeos, informaron en el 2019 que acabaron con un total de 77 780 puestos de trabajo, que se sumarían a los 425.000 despidos realizados en los últimos seis años. Esta avalancha de despidos continúa en el sector financiero pues ya no son necesarios tantos empleados para la atención del público. Las plataformas digitales realizan ahora esas funciones.
Las otras industrias donde los robots están predominando son la electrónica, la metalúrgica, la química farmacéutica, la del plástico y pronto veremos que hasta las labores del campo serán realizadas por estas máquinas.
En Israel la empresa Tevel Aerobotics Technoloigies desarrolló drones que recogen la fruta madura del árbol y la colocan suavemente en el piso para que sea recolectada. Dotados de inteligencia artificial estos robots voladores pueden trabajar las veinticuatro horas del día, todos los días.
En los países más industrializados ya se están desarrollando sistemas automatizados para generar todo el ciclo productivo agrícola, desde la siembra hasta la cosecha de frutas, vegetales y granos en un ambiente totalmente controlado y realizado por robots, drones, y maquinaria dotada de inteligencia artificial.
La carrera por la supremacía tecnológica está en su máximo apogeo y cada pais le apuesta a contar con los mayores avances en esta actividad con el afán de abatir costos, mejorar la eficiencia y volver mas rentables los procesos productivos de todas las ramas de la economía.
Tal como ocurrió con la revolución industrial del siglo XVIII en Europa, en la actualidad millones de seres humanos serán sustituidos en sus trabajos por las máquinas.
Al final la producción de todos nuestros satisfactores habrá cambiado de tal forma que ni la ciencia ficción alcanzará para imaginar el mundo que está naciendo.
Todos aquellos que perderán sus empleos al ser desplazados por las nuevas tecnologías, tendrán que desarrollar pronto otras habilidades y adquirir nuevos conocimientos para poder sobrevivir.
En una realidad tan variable nadie puede dar por sentado que ya tiene resuelta su vida. El cambio es continuo y como lo ha establecido la naturaleza durante millones de años, solo los más aptos serán capaces de sobrevivir.
Con la revolución industrial nació el proletariado como la clase productora predominante. Con la nueva revolución tecnológica esa clase desaparecerá como la conocemos hoy. Está en vías de extinción.