Ingenuidad y surrealismo de una boda “fifí”
Las bodas y algunos sepelios de personajes de la vida pública de las altas esferas del ámbito social fifi-nice, político, empresarial y de la farándula, resultan convertirse en sofisticados cocteles donde la relación de las personas se mezclan de forma por demás surrealista.
Todos sabemos que sin duda la relación familiar, de amistad y de verdadero cariño son los vínculos que deberían prevalecer en estos eventos, ya sean con los que se casan y sus cercanos familiares e igualmente cuando alguien fallece.
Sin embargo también todos sabemos que se entrelazan los intereses de todo tipo, a tal grado que cuando uno los ve desde fuera, pues como que no entiendes nada.
El primer ejemplo de este tipo de situaciones en la antesala de la presente administración fue el bodononón que se echó al trompo César Yáñez -uno de los hombres más cercanos a López Obrador desde hacía más de 23 años- y la empresaria Dulce Silva, apenas a un par de meses antes de que tomara posesión el entonces Presidente electo López Obrador (28 de septiembre de 2018), quien por cierto asistió con su esposa, no solo como invitado sino como testigo en la boda civil.
La boda tuvo lugar en Puebla con más de 600 invitados, a todo lujo, incluyendo una exquisita cena gourmet, amenizada por los famosísimos Ángeles Azules, teniendo como enorme aparador hacia el mundo, la afamada revista del corazón Hola (lo que no es barato y más si quieres salir en la portada).
El caso es que a los pocos días de esa famoso boda, llegó la cruda y los sin sabores del costo en imagen para el Presidente electo, quien al final decidió excluir de su círculo cercano, mediano y hasta lejano a su incondicional de tantos años por sobrepasarse en la celebración de tan ostentosa boda que causó más vergüenzas que admiración. Consecuencia: que entre los 100 compromisos que dio a conocer que en su administración quedaban prohibidas este tipo de celebraciones para los funcionarios públicos así como viajar en aviones privados y participar en fiestas con tales pretensiones de suntuosidad.
Y es por lo anterior, que no se alcanza a comprender que con esa experiencia, alguien tan cercano al presidente como lo fue Santiago Nieto Castilllo, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) quien le puso en bandeja de plata tantos casos de corrupción y tantos servicios al régimen lopezobradorista, no tuviera la prudencia de ser más discreto en la celebración de su boda con Carla Humphrey, consejera del INE, teniendo ambos tras de sí un amplio racimo de enemigos que estaban prestos a filtrar lo que fuese con tal de desprestigiarlos en venganza por el trabajo que desempeñaban, al menos él quien ya fue destituido por la “escandalosa boda” como así la calificó el Presidente en la mañanera del lunes pasado.
Tal situación se llevó de corbata a la ahora exsecretaria de turismo de la Ciudad de México, Paola Félix Díaz, quien aun no cumplía ni 50 días con su nuevo cargo. Al parecer no resistió la tentación de viajar en jet privado para estar presente en la que ahora ya es sin duda la “boda (maldita) del año”, no por su espectacularidad sino por las consecuencias políticas que tuvo. Además, y para acabarla de fregar, uno de sus compañeros en el avión que rentara el dueño del Universal Juan Francisco Ealy Ortiz que viajaba con su familia al mismo evento, era Alejandro Gou, conocido empresario que se acababa de beneficiar por un contrato por asignación directa de 15 millones de pesos otorgado por la Secretaría de Turismo de la CDMX, para el desfile del día de muertos en la CDMX.
La tormenta perfecta se dio para los enemigos de los novios. La filtración al diario Reforma (con todo y documentos oficiales) se le puede achacar, según varias versiones, a la Fiscalía General de la República, que como se sabe mantenía relaciones nada tersas con el titular de le UIF, o algunos de los que salieron perjudicados al congelarles sus cuentas, o por el voto de Carla, la novia quien con su voto truncó sueños a candidatos que ahora están felices por lo que les pasó -no más échele ojo al tweet de @FélixSalMac que de manera muy corriente y ácida, se jacta burlonamente de la desgracia de los novios, en especial de Carla por haber votado en contra cuando quería ser gobernador de Guerrero: “ La que me tumbó, se lo llevó entre las patas. “ ¡Feliz Luna de Miel y que viva el amor! Cayó un apóstol y entró otro. ¿Dios es grande! ”
En fin, lo arriba descrito es solo un fragmento de todas las combinaciones desastrosas que resultaron por organizar una superboda en Antigua (antes capital de Guatemala) para 300 invitados tratando de que todos ellos guardaran la máxima discreción. Absurdo ¿no cree? Ingenuidad, falta de prudencia y hasta estupidez, cuando sabían lo que podía ocurrir (y que ocurrió) terminando con la carrera política de Nieto Castillo a quien ni gracias le dieron por lo mucho que hizo contra la delincuencia organizada y por los tantos pillos de cuello blanco que descubrió que se resume en 378 denuncias por lavado y $ 6,500 millones de pesos en cuentas congeladas. Ahora tendrá que cuidarse solo o más bien, solos.
¿Usted entiende? Yo la verdad todavía no.
Siga cuidándose.
AF