Renovaciones republicanas
El día de ayer tomó protesta un nuevo titular del gobierno estatal. Con este flamante gobernador el estado de Baja California Sur cruzará el umbral de cincuenta años de gobiernos constitucionalmente electos en 2026. Dada la geografía nacional y la estructura política pos-revolucionaria fue preciso contar con tres territorios federales que dependían administrativa y jurídicamente del centro.
Los gobernadores de los territorios fueron más bien figuras sin arraigo a la tierra cuyos habitantes los vio como verdaderos extranjeros impuestos desde el entonces Distrito Federal. En un primer momento, propio del peso político de los militares, fueron generales quienes se hicieron cargo del gobierno de los territorios. Curiosamente al no tener el aval de los ciudadanos que gobernaban muchas veces se erigieron como gobernantes que no buscaban el bien del territorio sino tan sólo contar con el aval presidencial que los había designado para que fuesen premiados con otra responsabilidad pública mayor. Incluso, las designaciones fueron muchas veces auténticas válvulas de escape para ciertos personajes que estorbaban, por decirlo de algún modo, a la praxis política del momento.
Dado que los territorios estaban físicamente muy lejos del centro, las designaciones hechas podían interpretarse como destierros políticos para que no abonasen a las intrigas de palacio (o castillo). Debido a la no-reelección en el ámbito presidencial, los sexenios en México han sido, desde 1934, la medida de tiempo en el que proyectos políticos nacen y mueren, para desgracia de planes integrales con visión de mediano y largo plazo; por esto, fue necesario en ocasiones renovar cuadros de dirigentes que sólo encontraron acomodo como gobernadores de territorios con un valor político y económico pequeño.
Afortunadamente, el constituyente permanente de 1917 incluyó la llamada cláusula de población en donde los territorios federales podían aspirar a convertirse en entidad federativa con poderes legislativos y judiciales propios si rebasaban cierto número de habitantes. El primero en dar el salto fue Baja California en 1952 y veintidós años después –en el mismo día incluso- Baja California Sur[1] y Quintana Roo.
¿Qué podemos celebrar con la llegada al poder del noveno gobernador electo del estado? Por lo pronto que ha habido un cambio puntual y democrático en el ejecutivo estatal sin mayores sobresaltos.La normalidad democrática se ha instalado plenamente en Baja California Sur y, por ejemplo, en 1999 dio muestras de madurez al ser una de las primeras entidades federativas que contó con un gobierno local emanado, con las reservas del caso, de un partido político distinto al del presidente de la república. Posteriormente, en 2011 hubo cambio de gobierno a uno que se identificaba con el sector político de centro-derecha y que fugazmente estuvo identificado con el mismo partido en el poder del gobierno federal. Ahora, diez años después, vuelve a coincidir el signo político del gobernador entrante con el del gobierno federal.
Otro aspecto para celebrar es, sin duda, la normalidad de los cambios de gobierno en donde si bien ha habido acomodos importantes de grupos políticos y partidos lo cierto es que la ciudadanía sudcaliforniana ha tenido oportunidad de escoger a sus gobernantes sin una imposición del centro. Con ello, se ha desterrado la figura del cacique local identificado plenamente con el poder político central que, cabe señalar, sigue dando de qué hablar en pleno siglo veintiuno en otras entidades federativas de la república mexicana.
Soplan nuevos vientos republicanos y debemos hacer votos para que el gobierno estatal recién iniciado no pierda piso y se avoque plenamente a las tareas del buen gobierno. Debe buscar consolidar al estado como una potencia económica nacional en donde no sólo el turismo y la pesca sean las banderas insignias sino también otras del quehacer empresarial como energías renovables, agricultura y manufactura.
Sigamos contribuyendo como sociedad civil a la vigilancia del gobierno y en la participación de tareas que a todos atañen para seguir mejorando en asignaturas pendientes como lo son: seguridad pública, combate a la pobreza y pobreza extrema, así como la protección al medio ambiente costero.
Abogado en México, Nueva York y Washington, D.C.
Socio Administrador en Tapia Zuckermann, S.C. (Los Cabos, Baja California Sur)
[1] 8 de octubre de 1974. Quizás hubiera sido mejor constituir el estado de “Sudcalifornia” para evitar confusión con Baja California pues hasta la fecha se piensa que existe la entidad federativa “Baja California Norte”.