La realidad turística sin cultura
Como destino turístico, Los Cabos se ha desarrollado principalmente en crear, además de hoteles de super lujo con los estándares de servicio más altos a nivel internacional, los suficientes atractivos para generar adicción a los visitantes nacionales, pero aun más, a los extranjeros, y de éstos, principalmente a los provenientes de Estados Unidos y Canadá, en menor escala.
Así, desde su nacimiento como la capital mundial de la pesca del marlín, poco a poco se fue consolidando en el turismo náutico con la marina de Cabo San Lucas, fundamental para albergar cientos de embarcaciones transformándose en la plataforma marítima más importante en Latinoamérica para dar servicio hasta cerca de mil embarcaciones que van desde los super megayates de los grandes magnates o corporaciones más poderosos del planeta, hasta las más sencillas pangas adaptadas como water taxis o lanchas de fondo de cristal, pasando por todo tipo de yates de pesca deportiva y embarcaciones recreativas para el más puro desmadre posible (que a eso vienen) incluyendo los famosos sunset cruises, barcos piratas y todo tipo de paseos contemplativos, de snorkel, o para bucear.
Al mismo tiempo también se fue fortaleciendo la industria restaurantera alcanzando reconocimiento internacional por la extraordinaria calidad de su gastronomía y servicio que llegó con el arribo de chefs de gran prestigio y experiencia. Por supuesto ha tenido que ver la visión de empresarios individuales y corporativos que han creado todo un abanico de excelencia restaurantera que ahora puede competir con destinos de alto nivel global. Para muestra el ya internacionalmente conocido evento de “Sabor a Cabo”.
A lo anterior se suman actividades complementarias de igual o mejor calidad que Hawaii, las Vegas, Miami y otras del estilo como son los más de 18 campos de golf, la variedad de juguetes acuáticos en renta, tours de cuatrimotos, camellos y olas para surfear, y tantas otras, todas envueltas por el extraordinario clima desértico y la espectacularidad de sus bellezas naturales.
En fin, sin lugar a dudas Los Cabos es, hoy en día, uno de los destinos más aspiracionales (no confundir con la aspiracional y egoista clase mediera de AMLO) para visitar del mundo turístico.
No obstante todas las flores y calificaciones de arriba, a Los Cabos, según este humilde escribiente, aun le falta algo que vendría ser como la cereza del pastel. Me refiero al tema de la cultura.
Si bien no han faltado diversos eventos como el ATP de Tenis, los Triatlones y Medio Maratones y los torneos de Surf, en el tema cultural nos queda a deber. Claro que no olvido la Gala de Danza, ni el Festival Internacional de Cine, pero no son suficientes como parte integral de lo que Los Cabos puede ofrecer.
No podemos dejar de reconocer que el tema de la cultura en general está un poco, o más bien un muchito abandonado a nivel global. Como que a las nuevas generaciones e incluso a algunas anteriores han dejado ganar terreno a los avances tecnológicos de la comunicación.
Soy de los que piensa que en México e incluso en Los Cabos tenemos un gran potencial de talentos en la música, en el canto, en la actuación. Es tiempo de abrir oportunidades y compartirlas no solo con la sociedad actual cabeña, sino abrirlas al turismo de manera frecuente y permanente.
Para lograrlo no solo dependerá de las nuevas autoridades que tomen posesión para los próximos seis años a nivel estatal y tres municipal, sino también de los propios empresarios turísticos o no, ya que sin su apoyo no será posible.
Sirva el tema para que, de una vez por todas, rehabiliten el Teatro de La Ciudad de SJC y el Pabellón de CSL, ambos totalmente dejados de la mano de Dios.
Siga cuidándose.
AF