Voto de premio y de castigo

Las elecciones nos dan la oportunidad de premiar o castigar con nuestro voto a quienes en el pasado elegimos para que nos representaran. Hoy su trabajo esta bajo el severo escrutinio ciudadano, y este 6 de junio será el día de ajustar cuentas con aquellos que defraudaron nuestra confianza, con quienes nos traicionaron e hicieron del cargo público para el cual los elegimos una cueva de ladrones.

Las elecciones son la fiesta del pueblo, es el día del ciudadano.

Debemos dar un castigo ejemplar a todos los políticos hipócritas y mentirosos que zalameros y obsequiosos en el pasado vinieron a pedirnos el voto, a suplicarnos que creyéramos en ellos y les entregáramos nuestra confianza. Y así lo hicimos.

Ah, pero los muy granujas, una vez instalados en el poder, nos mostraron su verdadero rostro y sus reales intenciones. Solo buscaban su beneficio personal, lucrar con nuestras necesidades y ponerse en venta ante el mejor postor para negociar todo tipo de favores, autorizar obras y proyectos que nos lastimaban como sociedad, autorizaciones logradas solo a base de prostituir nuestra constitución y las leyes emanadas de ella.

Y todavía esta caterva de cínicos regresan sin ninguna vergüenza a pedirnos que volvamos a votar por ellos, que ahora si nos van a cumplir, que les demos una nueva oportunidad.

Es la hora de la verdad. Hay mucha tela de donde cortar. Debemos ser cuidadosos y analizar cual es el pasado de cada candidato, que ha hecho como funcionario cuando ocupó un puesto en la administración pública, evaluar si tiene la suficiente preparación para desempeñar el cargo o será una triste marioneta en manos de operadores políticos nefastos.

 A muchos de los que hoy aspiran a gobernar ya los conocemos, tienen una larga trayectoria política, ya han gobernado, no nos pueden engañar nuevamente.

Debemos ser duros e inflexibles para castigar a los traidores. Desenmascarar a los hipócritas, votar en contra de todo aquel que no nos represente.

Pero de igual forma debemos emplear el voto del premio, ser generosos con quienes han estado a la altura de la encomienda que les dimos. Refrendar nuestra confianza y permitirles seguir gobernando si a nuestro juicio lo han hecho bien.

Salgamos alegres a votar este 6 de junio por los candidatos de nuestra preferencia, por unos como premio, contra otros en castigo.