Trump, destino final


Nadie podía esperar algo distinto del grotesco proceder del todavía presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, en los últimos días de su mandato.

Gran parte de la fortuna personal de este millonario esta fincada en fraudes descomunales, despojos, estafas millonarias y un sinfín de actividades ilícitas. Acusado muchas veces de ser un acosador sexual, él mismo se ufanaba de que podía tocar la vagina de cualquier mujer que le atrajera de forma impune. Identificado con los grupos racistas y xenofóbicos mas primitivos de los Estados Unidos, ha sido señalado infinidad de ocasiones de ser racista extremo, lo demostró sobradamente con su infame discurso donde anunció su intención de buscar la candidatura a la presidencia de los Estados Unidos, el martes 16 de junio del 2015, cuando señaló que “México manda a su gente, pero no manda lo mejor. Está enviando a gente con un montón de problemas (…). Están trayendo drogas, el crimen, a los violadores. Asumo que hay algunos que son buenos”, afirmó el magnate.

Trump, se encamina a un final vergonzoso, sus propios aliados hoy comienzan a darle la espalda antes sus ridículas e infundadas acusaciones de fraude electoral, y la desesperada intentona de tomar por asalto el Capitolio el día 6 de enero. Las grandes corporaciones que, hasta hace una semana, lo continuaban apoyando hoy lo censuran y lo emplazan a abandonar la presidencia de los Estados Unidos, antes de que le haga mas daño a la democracia de ese pais.

El fin de la tiranía que puso de rodillas al gobierno legítimo de Mexico, se acerca. Las vergonzosas acciones de convertir a nuestro pais en centro de detención de inmigrantes y policía fronteriza al servicio del pais vecino pronto formarán parte de la historia negra de las relaciones entre nuestras dos naciones.

Destacan en estos días las valientes declaraciones del presidente de Canadá, Justin Trudeau, que critica duramente el proceder antidemocrático de su homólogo estadunidense. Eso, es lo mínimo que se espera de un mandatario con dignidad.

Donald Trump, no solo humilló a nuestros inmigrantes, ofendió a nuestro pais. Obligó, con amenazas al gobierno mexicano a aceptar sus ignomiosas condiciones en materia de inmigración, libre comercio y defensa de los derechos humanos.

El precio que como nación pagamos para que el demente gobernante del país del Norte, aceptara a Lopez Obrador y sus reformas ha sido demasiado alto.

Afortunadamente ese capítulo está por cerrarse. Solo espero que el presidente López Obrador, no se hunda junto con su “aliado” al seguirlo justificando, arrastrando con ello a nuestro país al abismo del descrédito internacional.

Mexico, nada le debe a Donald Trump, al contrario, habría que pedirle que se disculpe públicamente por tantas afrentas a los mexicanos.

ASS






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