Las predicciones del caos y cómo no permitirlo
Práctica y supuestamente podríamos decir que las tradicionales vacaciones o pausa de fin y principio de año ya terminaron y a partir de este lunes 11 de enero debiéramos volver a la “normalidad”. Y si digo supuestamente, es porque en otras circunstancias así sería, sin embargo nadie podemos negar, ni tampoco debiéramos, que estamos viviendo tiempos inéditos de crisis. Los chinos dirían que tiempos interesantes.
La verdad es que son tantas las circunstancias nuevas generadas por la pandemia que estamos experimentando, que éstas se agolpan ante nosotros como fichas de dominó sin saber ni por donde empezar para analizarlas y hacernos una idea de cómo hacerles frente.
Inevitablemente veremos que la gran mayoría estamos bajo la sombra del temor, del miedo, de la angustia y, sobretodo, del sentimiento de incertidumbre por ser contagiados y luego contagiar a nuestros propios familiares o personas cercanas a nuestra vida cotidiana. Conforme nos vamos enterando de casos reales de contagios colectivos en grupos familiares o de amigos, pues en esa proporción nuestra paranoia va subiendo de tono. Más que otra cosa porque siguen rondando los que no se lo toman en serio a pesar de las historias de muerte y drama que con más frecuencia escuchamos.
Si el 2020 fue desastroso, por más optimistas que queramos ser respecto al 2021, éste tampoco pinta nada bien, sobre todo en nuestro país donde la pandemia, en opinión de propios y extraños, ha sido y sigue siendo manejada con las patas. Peor, imposible. No en balde nos mantenemos en el cuarto lugar mundial en el número de muertes que desafortunadamente no paran. Tan solo en estos primeros días del año ya casi llegamos a las 140 mil defunciones oficiales y más del millón y medio de contagiados… y contando.
A todo esto y por lo que está sucediendo, me llamó la atención un artículo que salió este fin de semana en El País, refiriéndose a la predicción científica de Peter Turchin, un antiguo biólogo formado en la Unión Soviética y emigrado a Estados Unidos desde hace más de tres décadas, quien después de sus trabajos en el estudio de parásitos, se dedicó a su pasión que es la historia, enfocado a los ciclos de crisis social y económica que se están experimentado en Estados Unidos a lo largo de su historia.
Basado no en bolas de cristal, ni en cartas del Tarot, ni nada por el estilo, Turchin asegura haber identificado en Estados Unidos que cada 50 años desde 1870, e incluso antes, ocurren períodos de inestabilidad y violencia política basados en modelos y patrones matemáticos. De hecho en 2012 en una entrevista para la publicación Vice del Reino Unido
(https://www.vice.com/es/article/z3e4p9/el-cientifico-que-predijo-los-disturbios-politicos-de-2020-revela-lo-que-nos-depara-el-futuro) intitulado "El 2012 es una tontería; en 2020 es cuando realmente estaremos en problemas" predice lo que estamos viviendo.
Ni qué decir sobre las predicciones de este moderno Nostradamus para 2021, ya que de acuerdo con sus cálculos, quizá un lustro y hasta una década más, el caos y convulsión política-económica podría seguir a nivel global lo que no podemos ignorar, teniendo como vecino y principal emisor de turismo a Estados Unidos.
Mucho de lo anterior podrá cumplirse de no cuidar a quién elegimos para ser gobernados. En nuestro microcosmos tendremos que concentrarnos en el aquí y el ahora, buscando que nuestras propias circunstancias locales sean las óptimas sin dejarnos influenciar por el pesimismo de éste u otros visionarios de los malos tiempos, por más que exhiban patrones o métodos ultramatemáticos de lo malo que está por venir. Yo opino que siempre tendrá que ver lo que hagamos o dejemos de hacer, para que así ocurra.
Como ciudadanos no podemos permitir que los miedos generados por la propia pandemia, nos nublen el entendimiento para identificar, para las próximas elecciones, a grupos políticos oscuros que ya conocemos por sus trapacerías del pasado y que ahora quieran retomar el poder después de las huellas de saqueo e influyentismo que dejaron mientras los tuvimos al frente del municipio y del estado.
Para este proceso de elecciones, el reto para los cabeños así como para los ciudadanos del resto de Baja California Sur, será el de estar muy pendientes de lo que los candidatos dicen o no, para que sean votados. De conocer las trayectorias de todos y cada uno de los que se postulen. De investigar y conocer quién o quiénes están detrás de ellos. De saber cuáles son los intereses que los mueven. De que demuestren su probidad y compromiso social.
Así como nos cuidamos para mantener al virus alejado, así habrá que cuidarnos de los que quieran tomar las riendas del destino político, económico y social de nuestro estado y municipio, por supuesto.
Siga cuidándose
AF