Costosa, absurda e inoportuna

En medio de tantos problemas que vive nuestro páis, es imposible no voltear a ver y sopesar lo que enfrenta este nuevo régimen de la 4T que encabeza su omnipresente e indiscutible hombre orquesta de Andrés Manuel López Obrador. Un régimen que sigue sin lograr los resultados prometidos o, al menos, los que creyeron obtendrían en estos dos primeros años de su gobierno.

Creo que la impresión que tenemos muchos mexicanos es que después de los 18 años de constante lucha y perseverancia inagotable de López Obrador para llegar a la cima del poder político de este país, es que la inercia de esta vehemente búsqueda del poder, lo ha convertido en un esclavo de sus propias ideas sin darse cuenta que ahora ya son sinónimo de obsesión, terquedad, necedad pura en muchos casos y que se han apoderado de su ego insaciable. Él mismo se está  limitando, cercando y exponiendo a entramparse con sus propias palabras a través de las mañaneras, y ese afán de aparecer en todos los escenarios posibles y hablar, y hablar, y contestar y contestar, y proponer y proponer sin tregua, lo demás y los demás no existen, solo su voluntad, su visión y algo que comienza  a preocupar, que “sin querer queriendo” trata de imponer su propia moral que es regida por su conciencia que es, según él mismo afirma, lo que lo mantiene tranquilo y en paz cuando duerme o no, ya que es la única que marca su destino, la luz que ilumina su vida y por consecuencia -según él-, la de todos los mexicanos.

Producto de lo anterior adoptó del pasado la Cartilla Moral, basada en un texto de Alfonso Reyes de hace 75 años. Pues bien, se imprimieron 10 mil ejemplares que comenzaron a distribuirse con la ayuda de la Confraternice, Confraternidad Nacional de Iglesias Cristianas Evangélicas, encabezada por Arturo Farela Gutiérrez, a más de 7 mil iglesias. Cartilla que quién sabe dónde andará circulando hoy en día.

Ahora surge no la Constitución Moral (afortunadamente. Hubiera sido too much) pero sí la Guía Ética, escrita por seis de sus incondicionales seguidores que redactaron este remedo de los 10 mandamientos de Moisés pero con 20 preceptos, principios o pilares de lo que debe ser la ética en nuestra sociedad. Lo que más bien parece un apéndice de cualquier religión o, lo que es peor, una guía emanada de algún curso o folleto de consejos prácticos de cómo mejorar nuestra autoestima y relación con los demás.

Veamos: ¿qué se sabe o sabemos de los grandes pensadores, filósofos y analistas de la conducta humana y su entorno cuando hablan de ética y moral?

Como sabemos, la ética está relacionada con los valores morales que guían el comportamiento humano en la sociedad, mientras que la moral más bien son las costumbres, normas, tabúes y convenios establecidos por cada sociedad. O sea, entre otros principios, no robar, no delinquir en cualquiera de sus formas o, en una frase, no hacer  o provocar el mal a nadie, como diría el gran sabio chino Confucio, no hagas a otros lo que no quieras para ti.

La moral es una consecuencia natural de la organización de los seres humanos en grupos pero con reglas y leyes concretas, desde que aparece la escritura con los Sumerios y los símbolos cuneiformes.

Volviendo con esta nueva Guía Ética, de las que, por cierto, ya no serán 10 mil ejemplares, sino ¡10 millones!, según el propio AMLO, serán repartidas entre adultos mayores principalmente para que ellos la propaguen entre los menores como pueden ser sus nietos, sobrinos o quien sea, pero que sean jóvenes que se les quede grabada en su mente y corazón y así todos vivamos en un ambiente de amor, fraternidad, comprensión y sin delitos. O sea pues, como en el Paraíso.

Prácticamente una especie de nueva Biblia, o un Corán, una Torá, un Talmud tropicalizados al estilo 4T, un documento -desde mi punto de vista- por demás pretencioso que representa  un distractor más de los muchos a los que esta 4T nos viene acostumbrando. No le veo un futuro de trascendencia nacional, primeramente por la poca penetración que la lectura tiene en nuestro país, pero principalmente porque no logro visualizar a los adultos mayores, o la mayoría de los mexicanos realmente preocupados por leer y menos comprender esta Guía ni al menos una vez, para luego asimilarla aplicarla y luego difundirla. 

Honestamente no veo que vaya a ser un documento práctico y más en medio de esta situación dramática que vivimos, con más de 110 mil muertos, más de un millón de contagios, en un país con más del 50% de pobreza extrema y más del 60 % de pobres más los que se acumulen en esta pandemia. Lo que se busca es salud, un empleo, sobrevivir lo más dignamente posible.  Son demasiadas preocupaciones vitales como para ponerse a leer, aprender y diseminar esta guía que el único calificativo que me merece es que, en este momento, es una ocurrencia costosa, absurda e inoportuna por decir lo menos..

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AF