Cuando las criticas te arden
Creo que a nadie le gusta ser criticado.
Pero eso es algo con lo que tenemos que vivir si nos relacionamos con otras personas. Tarde o temprano, alguien juzgará nuestro proceder y puede que sea de forma negativa y lo más seguro es que no nos agrade.
El problema no es que haya críticas, sino como reaccionamos ante ellas. Algunos, los menos, las reciben de buena gana y buscan sacar provecho de estos juicios sobre sus personas, otros, la mayoría, se pone a la defensiva y trata de justificarse, negarlas, o simplemente ignorarlas.
Quienes optan por la segunda elección, se pierden de la oportunidad de revisar su comportamiento y tratar de enmendar sus errores, en caso de que sean fundadas las observaciones que se les hacen.
Lo primero que uno debe de analizar cuando recibe algún comentario adverso, es saber, ¿qué es lo que nos están criticando?, entender si hay razón en el señalamiento o no. Luego viene descubrir qué motiva a la otra persona a externar sus comentarios sobre nosotros, si lo hace por ayudarnos o al contrario para perjudicarnos, o simplemente por expresar su opinión.
Mucha gente fracasa en aprender de la crítica porque la descalifican dependiendo de quien venga y eso es un error. Lo sustancial debe ser, entender si hay razón o no del señalamiento que se nos hace.
Pero lo mas importante, radica en poseer un pensamiento autocrítico. Una mente lo bastante abierta para reconocer cuando estamos fallando y para esto se debe contar con madurez e inteligencia emocional. Cualidades que son bastante escasas en nuestros días. Y así tenemos que, desde presidentes, grandes empresarios, altos ejecutivos, científicos, escritores, y una gama de celebridades que pudiéramos pensar que deberían ser receptivos a reconocer sus errores, por su elevado nivel intelectual o de responsabilidad, pasan por alto y se llaman a ofendidos cuando se les critica, abierta o disimuladamente. Y se ponen a la defensiva con frecuencia hasta agrediendo a quienes les han mencionado sus yerros.
“Una persona inteligente no es la que no se equivoca nunca, sino aquella que reconoce su error y lo corrige bien y a tiempo”
Así que amigas, amigos, la próxima vez que reciban una crítica, agradezcan que les están avisando a tiempo de algo que por ignorarlo en su momento les puede salir muy caro después.
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