Cienfuegos y el poder tras el poder
Sin querer entrar en los detalles que todos ya conocemos del arresto y luego liberación y traslado del General Salvador Cienfuegos exsecretario de la Defensa en el sexenio de Peña Nieto, vale la pena hacer referencia a ciertas formas que poco a poco se han estado revelando en torno a la tan especial repatriación del General, no solo por el hecho en sí de la manera inusual que el Gobierno de EEUU usó para aceptar deportar a un presunto criminal de alto impacto retirando todos los cargos después de una sospechosísima investigación de 14 meses (hay quien dice que fueron dos años) en los que se recabaron “puebas sólidas” como lo afirmaron las propias autoridades judiciales estadounidenses, sin informar y mucho menos consultar con su país amigou, que se realizaban estas pesquisas en nuestro propio país, lo que confirmó el propio embajador estadounidense en México, Christopher Landau, quien declaró que él sí sabía pero que tenía prohibido revelar nada sobre dicha investigación.
Lo anterior se traduce en una total desconfianza de las autoridades gringas en las mexicanas a pesar de los convenios de colaboración para combatir al crimen organizado. Incluso fue tal la determinación de este arresto, que el General fue trasladado casi de inmediato a Brooklyn en Nueva York, donde se ubican los juzgados federales más importantes de ese país (en el mismo edificio donde se encuentra García Luna).
Hasta donde sabemos, los tres cargos por narcotráfico y el de lavado de dinero, sustentaron la aprehensión con pruebas sólidas en más de 700 fojas. -según declararon- y que hasta el momento ya están en manos de la Fiscalía General de la República de Alejandro Gertz Manero, a quien le toca ahora investigar y presentar, si procede, la solicitud de juzgar o no al exsecretario. Creo que todos sabemos que pasará…¿o no?
Es casi seguro que la opinión pública jamás conoceremos lo que realmente pasó detrás de este supuesto triunfo de la diplomacia mexicana, sobre la justicia estadounidense (que seguro no fue de a gratis, sino por intereses superiores…dirán) que sucumbió ante las conveniencias de ambos países. Lo que es seguro es el torpe actuar de unos y otros ya que, ahora, como decimos en México, cada quien se va con su golpe, aunque aquí ambos quedan muy mal parados por dejar que la opacidad genere una enorme especulación de lo que seguramente hay tras bambalinas.
Habría que apuntar, por lógica, que la orden no fue del Departamento de Justicia de EEUU sino del propio Trump a través de su Fiscal William Barr quien instruyó a la jueza Carol Amon desestimar los cargos, orden que tuvo que acatar de muy mala gana por supuesto, por lo que se sabe. Las razones debieron ser irrefutables, pero ¿cuáles?, todos nos seguimos preguntando.
Entre las especulaciones figura una hipótesis que, a mi parecer, no está muy alejada de la realidad, y es que en casos como éste, existen élites o grupos de poder que podrían denominarse cofradías secretas muy poderosas tipo la de los Bilderberg, o la de los Masones o incluso clubes muy cerrados de poder empresarial o de clanes siniestros que conspiran para mantener e imponer su poder ya sea en la geopolítica del planeta como en las relaciones binacionales o comerciales a gran escala para proteger sus múltiples intereses.
Por ejemplo, se habla de un grupo del más alto poder militar en México conocido como el “El Sindicato” y que fue el que movió los hilos para que AMLO, a través de su canciller Ebrard, presionara al gobierno de EEUU para liberar al General y así mantener esta aparente cohesión entre Ejército y Gobierno Civil sabedores del arsenal del que son capaces de usar si no liberaban a Cienfuegos. Incluso -hay que recordar-, el mismo Presidente AMLO, se atrevió, en su momento, a decir sin medir las consecuencias, algo así como que había que separar e investigar de inmediato a los militares más allegados a Cienfuegos, cosa que levantó como resorte las cabezas de este supuesto “Sindicato”, poniendo en la mesa todos los encargos y responsabilidades que ahora tienen como el aeropuerto de Santa Lucía, Dos Bocas, Guardia Nacional, etc.
Lo de retirar el apoyo a la DEA y/o CIA como amenaza sino devolvían impoluto a Cienfuegos, es otra de las especulaciones. En fin, de que algo huele mal o que tiene un fuerte tufo a yo-me-callo-lo-que sé-y-tú-también, que ni qué.
Aquí la dejamos, sin duda continuarán surgiendo más versiones conspiratorias y de grupos de poder que siguen dudosos del futuro inmediato con la necedad de Trump en no reconocer su derrota y la ya mala decisión de AMLO de seguir apoyando a su amigou al no reconocer aún a Biden, a pesar de las consecuencias que ésto traerá.
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AF