Una nueva normalidad a ciegas
Es evidente que las autoridades sanitarias tanto de esta entidad de Baja California Sur, como las del resto del país incluyendo las de la Ciudad de México, cada vez que se les menciona el tema de las pruebas o tests de Covid-19, prefieren eludirlo, voltear para otro lado o simplemente decir que el Gobierno Federal no lo permite o repiten lo que el rock star y aplanador de curvas del Presidente AMLO, Hugo López-Gatell, ha dicho al respecto, o sea, que no tiene ningún sentido porque no son de ayuda para determinar el número de contagiados.
Lo anterior viene a colación en virtud de que este lunes primero de junio oficialmente se inicia la reactivación de la construcción y la minería así como las labores de los funcionarios públicos de los niveles estatales y municipales. Quisiera suponer que también los funcionarios federales, pero como ese nivel se maneja aparte y de manera sumamente peculiar, por no decir confusa, contradictoria y algunas veces absurda, pues mejor me abstengo de aseverar que también se reactivan.
Lo cierto es que
a partir de mañana, querámoslo o no, veremos más gente en la calle, más
vehículos circulando y, en general, más movimiento, lo que significa que
nuestros cuidados tendrán que intensificarse por una simple razón: que los
contagios continúan multiplicándose a pesar de que la dichosa curva nomás no se
ve, todo lo contrario, sigue hacia arriba como el cohete de SpaceX y la NASA
que este sábado por fin pudo
despegar hacia la Estación Espacial Internacional.
Sin querer ser ave de mal agüero, este lunes muy probablemente en México se llegarán a más de 10 mil decesos oficiales (quién sabe cuántos más reales) y más de 85 mil contagiados (que si los multiplicamos por 8, como el mismo L. Gatell dice, andaríamos rascando los 680 mil, ¡Una barbaridad!), lo que coloca a México, hasta el momento, en un preocupante octavo lugar en el mundo.
Lo anterior sin duda nos hace reflexionar y, obviamente pensar, que contrario a lo que dicen los seguidores de la 4T, nuestro país avanza contra la pandemia a ciegas, ya que de todos es sabido que México es el país no solamente con el menor número de pruebas por cada millón de personas, sino con el mayor índice (11.0+) de contagiados versus muertes, en Latinoamérica..
Hablando de pruebas, aquí los números por cada millón de habitantes, de acuerdo con el sitio es.statista.com: España 76, Catar y Bélgica 69, Rusia 66; con más de 50: Italia, Singapur, Reino Unido; más de 40: Estados Unidos, Alemania y Canadá; de ahí con más de 20: 7 países entre ellos Perú y Chile. México figura entre los últimos incluso debajo de Brasil con la increíble cantidad de 1.9 pruebas por cada millón. ¡Ridículo!
Por eso entre las indicaciones de COEPRIS (Comisión Estatal para Protección de Riesgos Sanitarios) tiene que conformarse con medidas elementales como son: medir la temperatura, lavado de manos, utilización de gel antibacterial, uso de cubrebocas y la estricta indicación de que, si se siente mal el trabajador, pues que se quede en casa y no se presente a trabajar. Y eso sí, si es religioso, pedirle a Dios y llevar su estampita de “¡Deténte!” para que no se vaya a contagiar por los no sé cuántos asintomáticos que puedan andar circulando, que es ahí donde radica la ruleta rusa y el riesgo de esta reactivación. ¿Qué más se puede hacer?
Ni los mismos gobernadores han podido establecer sus propias iniciativas en este sentido. Jalisco no pudo y ahora este estado y 6 más (no BCS) se han resistido a seguir el semáforo que quiere imponer el Gobierno federal, que como es ya costumbre del gobierno de la 4T, dice y se desdice con frecuencia; sí, como la famosa Chimoltrufia, la de “… pos ya sabes que yo como digo una cosa digo otra, pues sí, es que es como todo, hay cosas que ni qué, ¿tengo o no tengo razón?".
La postura astuta del Gobierno Federal ahora es dejar la responsabilidad en los estados, ya no solo en la economía, sino ahora también en la salud.
Lo que es un hecho es que a partir de mañana tendremos que estar a tientas rogando a todos los dioses que en los primeros quince días no surja ningún rebrote. Llama la atención la enorme confianza que las autoridades están depositando en todos los que integran el sector de la construcción en el sentido de que tendrán que llenar una cédula de autoevaluación para, oficialmente, reiniciar actividades.
En lo personal creo que, por la misma urgencia de reactivar la economía, más de uno se saltarán los requerimientos o los falsearán (no quiero pensar mal, pero es así), por lo que el consejo para todos es que habrá que extremar los cuidados como lo mínimo que podemos hacer, créanme.
Finalizo reafirmando que la única forma de reducir los riesgos es la aplicación de pruebas y más pruebas. Ésta será, además de todas las demás medidas, la única manera de que el turismo nacional o internacional pueda sentirse con más confianza y mayor tranquilidad, ahora que comience a venir.
Siga cuidándose
porque así nos cuida a los demás y en especial a los suyos.
AF