Reactivar o no reactivar, esa es la cuestión
Así como en otros lugares del planeta donde el Covid-19 ha hecho de las suyas, aquí en Los Cabos, el ansia, que más bien es necesidad, no solo de salir a generar ingresos, sino también de estar fuera del confinamiento de ya casi dos meses para volver a sentirse libre al respirar este maravilloso aire de Los Cabos con sabor a brisa y que sopla en esta primavera como en ningún otro lugar, pues ya se nos hace tarde.
Es verdad que muchos -yo diría que cientos- que no tendría que estar fuera de su home office, o porque su actividad no es esencial, no se han aguantado las ganas y como pueden pues se escapan a las playas, a los parques y a las calles a caminar y ejercitarse para sentirse vivos.
Sin embargo de acuerdo con las autoridades sanitarias no es lo más sensato debido a lo que ya todos sabemos, que este maldito virus tiene la extraña y perversa característica de que puede alojarse en cualquier persona sin mostrar señales de que ahí está, acechando y listo para saltar en cualquier momento a otro ser humano sin mostrar síntomas de ninguna especie. Como diría Galileo, “y sin embargo se mueve”. Y es ésta precisamente la razón por la que se ha generado tanto temor, preocupación y duda.
En este contexto el ejecutivo del Gobierno Estatal reconfirmó que el regreso a clase de este ciclo escolar ha quedado suspendido. Asimismo cuando se esbozó la posibilidad de que el primero de junio el sector turístico del tiempo compartido comenzaría a abrir sus puertas, como que el Gobernador hizo gestos que obligó a los ejecutivos y dirigentes de las áreas turísticas a enfatizar que la reapertura se daría cuando las autoridades dieran si visto bueno.
Igualmente reactivar o no reactivar la
construcción, el comercio, las del servicio, etc., seguirán siendo parte del cuestionamiento
oficial, mientras no haya mayores garantías de no contagio.
Todo lo anterior me parece que está muy bien, lo que me ha extrañado y me sigue extrañando es que tanto a nivel nacional como estatal, el tema de las pruebas o tests para determinar el nivel de contagios, sobre todo de los asintomáticos, nomás no se toca. Como si hubiera un reparo en que, de pronto, realizar pruebas expondría una realidad que a nadie le gustaría dar a conocer.
Y es que si nos asomamos al índice de tests que realizan otros lugares, nos encontramos que a la fecha países como Portugal, Irlanda, Israel e Italia, por citar algunos, rebasan los 40 por cada mil habitantes. Estados Unidos y España más de 30, por el contrario en México no llegamos a UNA SOLA PRUEBA por cada mil.
Lo cierto es que los estados que viven del turismo, como Baja California Sur, este tema tendrá que ser revisado a fondo pues cualquier visitante frecuente o potencial, de inmediato querrá saber qué garantías de no contagiarse tendrá al decidirse a venir.
Por supuesto que tendrá que ver, y mucho, las condiciones de higiene que le ofrecerán los destinos turísticos, pero también querrá conocer qué medidas se están aplicando para saber si el chofer que lo transporta, el recepcionista del hotel, el mesero, o cualquier otro que trabaje en la industria, tendrá algún certificado o comprobante de que no es portador del virus.
No eludo que la anterior premisa pueda ser un poco exagerada pero, finalmente, y mientras no se cuenten con una vacuna o al menos con los medicamentos que logren aliviar los estragos del virus, pues al menos reducir el margen de contagio manteniendo las medidas de prevención oficiales.
Por lo pronto habrá que seguir las recomendaciones de mantenerse cautos, prudentes, lavándonos las manos frecuentemente, el uso de cubrebocas sobre todo cuando tengamos que hablar con otras personas y mantener la sana distancia. Medidas que, hasta el momento, ya forman parte de esta nueva realidad que todos estamos viviendo.
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cuidándose que así nos cuida a todos, y en especial, a los que más quiere.
AFC