¿Qué significa volver a la normalidad?
Lo
que ha ocurrido en nuestro País, y en el mundo entero, sin duda es un verdadero
fenómeno que ha puesto de cabeza a todo aquello que habíamos conocido como
normal.
Lo impensable, el escenario más descabellado
surgido del delirio de un pregonero del fin del mundo está pasando y las
profecías de ayer son la realidad de hoy.
La humanidad toda, está atravesando por un
terreno pantanoso con un fondo movedizo, sin sentir que tocamos suelo firme.
Las grandes preguntas en torno al COVID-19,
siguen sin respuesta. A cuatro meses de ser documentados los primeros casos de
una epidemia de neumonía provocados por un virus desconocido, en la ciudad de
Wuhan, en China. Hoy seguimos sin conocer el origen de este desconcertante
patógeno.
El tratamiento de los pacientes es mayormente
experimental y todavía no alcanzamos a conocer los efectos de la enfermedad en
toda su magnitud. Tampoco sabemos cuándo y cómo terminarán las medidas de
contención como el aislamiento y las precauciones personales para evitar el
contagio.
Como consecuencia de la pandemia se comienza
a detonar una crisis económica que, según algunos expertos, amenaza con tener
peores efectos que la del 2009, lo que para nosotros como país en vías de
desarrollo, puede traducirse en la quiebra de miles de empresas y el
consiguiente desempleo de millones de mexicanos. Lo cual ya está en marcha en
estos momentos, muchos negocios que cerraron por la cuarentena ya no volverán a
abrir sus puertas.
Nadie sabe cómo será el comportamiento del
turismo a nivel internacional, se especula con la aplicación de estrictas
medidas de control tanto para viajar como para hospedarse. Tampoco se conoce el
tiempo en que habrá de darse la reactivación del sector turístico
completamente.
El regreso a la normalidad es incierto porque
desconocemos como será esa “normalidad”.
Lo
que es real, es que en algún momento se tendrán que flexibilizar las estrictas
medidas de confinamiento y la economía habrá de reactivarse gradualmente. La
cuarentena es insostenible a largo plazo, pero al levantarla seguramente esto
provocará la propagación del COVID-19 y entonces estaremos enfrentando otros
escenarios, tal vez poniendo mayor énfasis en la protección personal para
evitar adquirir el virus, en lugar del aislamiento colectivo como ha ocurrido
hasta hoy.
Tendremos que aprender a vivir con el
coronavirus entre nosotros, formará parte de nuestra vida cotidiana y el uso de
mascarillas, gel desinfectante y distanciamiento entre las personas será lo
habitual, hasta que se encuentre una vacuna eficaz o logremos desarrollar la
inmunidad colectiva.
Iremos definiendo áreas y establecimientos
libres de COVID-19 y nos veremos obligados a establecer un protocolo de
certificación de espacios libres del agresivo virus.
De esta forma luce el panorama en los meses que
están por venir.
Esto siempre y cuando no tengamos un repunte
espontáneo de la pandemia con la llegada del otoño, como temen algunos expertos
entre ellos, el epidemiólogo de la Casa Blanca, Anthony Fauci. Si este
escenario se llegara a presentar, esperemos estar mejor preparados para hacerle
frente como propone el especialista. Y esto comienza con nosotros mismos.
armandosanchezsalcido@gmail.com