¿Es neumonía o trombosis?
Como
reguero de pólvora, están corriendo en redes sociales, principalmente Watts
App, grabaciones en audio supuestamente de médicos de diferentes estados de la
república, donde afirman que en sus hospitales algunos pacientes contagiados de
COVID-19, reciben un tratamiento a base de antiinflamatorios, desinflamatorios
y anticoagulantes gracias a los cuales no tienen mayores complicaciones con la
infección viral, al grado de que muchos de estos no requieren ser
hospitalizados y menos ingresar a terapia intensiva.
De acuerdo con autopsias realizadas en Italia
con pacientes que perdieron la vida a causa del temible mal, la causa principal
de su fallecimiento fue una trombosis (coagulación intravascular diseminada) y
no una neumonía.
“Una
trombosis es el taponamiento de una arteria con un coágulo y, en el caso del
COVID-19, podría presentarse como producto de la respuesta inflamatoria que
tiene el cuerpo ante una infección” como explicó el cardiólogo paraguayo
Jorge González: La complicación de los cuadros sépticos graves se llama
coagulación intravascular diseminada (CID), que se da en sepsis graves y puede
producir trombosis”.
Hay especialistas en salud que sostienen que,
si bien es cierto que en muchos casos se ha detectado la presencia de estos
coágulos, este descubrimiento no significa un reemplazo de los actuales métodos
de tratamiento en pacientes. Como lo señala la doctora italiana Flor Pujol.
“No
estoy de acuerdo en decir que ‘el coronavirus causa un problema de la
coagulación, y no causa neumonía’. Este coronavirus causa neumonía, una
neumonía severa y además está causando problemas en la coagulación”.
La Organización Mundial de la Salud desde
enero tiene incluida a la trombosis como posible complicación en casos críticos
de Covid-19 y en sus orientaciones oficiales dirigidas a médicos sobre la
enfermedad aconseja el uso de heparina, (indicada para evitar formación de
coágulos en la sangre) en pacientes que no tengan contraindicaciones para
evitar posibles trombosis.
Aunque vale la pena señalar que algunos
pacientes presentan al mismo tiempo neumonía y trombosis. Y al parecer, quienes
son tratados por la segunda con antinflamatorios, reaccionan mucho mejor,
contrariamente a lo que recomendaban los médicos chinos
En toda esta problemática, juega un papel
determinante contar con el diagnóstico correcto del paciente. En nuestra
comunidad, esto se complica por la insuficiente cantidad de pruebas para
detectar a los infectados por el letal coronavirus.
Al no contar con una detección temprana de
esta infección viral, se pierde un tiempo muy valioso para poder tratar a los
contagiados en mejores condiciones de salud. Muchos de ellos son enviados a sus
casas diagnosticados como gripe común y se les pide que regresen solo si su
condición empeora. En ciertos casos, ha ocurrido desafortunadamente cuando ya
es demasiado tarde para salvarles la vida.
Ayudaría bastante a los médicos en su labor,
que la Secretaría de Salud, entendiera por fin, la importancia que tiene hacer
más pruebas de diagnóstico de COVID-19, no solo para fines estadísticos sino de
tratamiento de los pacientes.
Mientras, esperemos que los galenos y los
científicos continúen buscando la solución definitiva a esta pesadilla del
siglo XXI.
armandosanchezsalcido@gmail.com