Los Cabos... mi destino eres tú
Por Susana Zatarain
Nuestra ciudad se ha convertido en la joya de la corona del turismo nacional. Un destino incomparable de primera calidad, no solo por su atractivo natural, su infraestructura y la calidad de sus servicios, sino, y sobre todo, por el encanto especial de su gente.
Sin embargo, parece irónico que viviendo en un paraíso como este, rodeados de tanto mar, nos falte agua en nuestras casas y la basura ensucie nuestros arroyos y playas. Nos estamos desbordando de basura y con ello de problemas y si no ponemos atención y planeamos acciones concretas vamos a echar a perder a la gallina de los huevos de oro.
Tan bello lugar que atrae a tanta gente para visitar, vivir o trabajar, también atrajo, lamentablemente, a quienes quieren explotarlo. Debemos detenernos y pensar como comunidad cuál es el mejor plan para ordenar nuestra ciudad y prevenir el caos. Los problemas de Los Cabos son muchos y nos ha quedado claro a los que vivimos aquí que cuando asumimos compromisos y nos unimos como comunidad logramos salir adelante. La naturaleza nos ha puesto a prueba muchas veces y unidos hemos salido fortalecidos.
Los ciudadanos no pedimos las perlas de la Virgen, solo queremos lo básico: agua para beber, una ciudad limpia, con vivienda digna y transporte en las mejores condiciones. Sabemos que en las soluciones demos participar todos. Por eso a nuestros visitantes les gusta venir aquí, porque nuestra gente sabe trabajar y encuentran servicios de calidad que los hacen regresar y recomendarnos.
Los Cabos es nuestro hogar y si no lo cuidamos nos va a pasar lo que a Acapulco, y no queremos vivir aquí la repetición de una historia que por avaricia, irresponsabilidad y
egoísmo eclipsó aquel paraíso.
Con decisión cuidaremos este entrañable paraíso en el que muchos, como yo, llegamos hace años e hicimos de Los Cabos nuestro destino, nuestro hogar por elección. Y un hogar se cuida, no se explota.
Por eso está claro que hay que estrechar lazos entre los que trabajan y los que dan trabajo; ser el puente que une, los oídos que captan las quejas y la voz que se hace escucha. Y esto hay que hacerlo porque es lo correcto, porque nuestra ciudad lo necesita y sus ciudadanos lo merecemos.
Yo soy Susana, Susana Zatarain.