Impuestos y más impuestos
La tontería de la humanidad se renueva diariamente.
Jacinto Benavente
Los impuestos no son nada nuevo. Vienen de tiempo atrás, cuando se les llamaba “tributos”. Las más antiguas leyes tributarias aparecen registradas en Egipto, China y Mesopotamia. Existen textos antiguos en escritura cuneiforme (utilizados en Mesopotamia hace unos cinco mil años) que dicen “se puede amar a un príncipe, se puede amar a un rey, pero ante un recaudador de impuestos, hay que temblar” y no pocos se han fugado para no pagar y otros más han preferido salir por la puerta falsa. Al Capone estuvo preso, pero no por los muchos crímenes que cometió, sino ¡por no pagar impuestos!
Según el Diccionario de la Real Academia Española, impuesto y tributo se definen como sigue: IMPUESTO «es aquel que se exige en función de la capacidad económica de los obligados a su pago». TRIBUTO «es la obligación dineraria establecida por la ley, cuyo importe se destina al sostenimiento de las cargas públicas». Estos impuestos o tributos eran aplicados por los reyes o jefes tribales que los imponían al pueblo con el fin de cubrir “asuntos ceremoniales” de los sumos sacerdotes y “gastos” de las clases dominantes. Creo que no ha habido mucho cambio desde entonces.
Precisamente, dado que las cosas vinieron cambiando y la defraudación en el pago de impuestos se volvió cosa cotidiana en México, las Autoridades Hacendarias se han dedicado a buscar fórmulas y procedimientos que hagan más difícil, escaparse del pago de impuestos – que aquí los hay de aúpa. El que escribe no es un experto fiscalista ni mucho menos, pero me atreveré a hablar sobre este espinoso asunto para justificar el título de este Balcón. Para empezar, en México tenemos tres impuestos Federales importantes: El impuesto Sobre la Renta (ISR), el Impuesto al Valor Agregado (IVA) y el Impuesto Especial a Producción y Servicios (IEPS).
El IVA es un impuesto que pagan todos los mexicanos cuando adquieren un bien o un servicio. Los turistas extranjeros lo pagan sobre sus consumos de alimentos, servicios de hospedaje y compras. Hay un servicio de “Reembolso del IVA” a Turistas sobre las compras que realizaron, pero es tan complicado su trámite y el costo del mismo es caro por lo que muy pocos turistas lo gestionan.
El ISR es un impuesto que tiene que pagar todo el mundo que recibe un beneficio económico de otro, sean personas físicas o morales (Sociedades Mercantiles) que se registran ante la Autoridad Tributaria y obtienen un carnet perpetuo: “RFC” – Registro Federal de Contribuyentes. Los trabajadores “informales” no pagan ISR, no están registrados y no cuentan con RFC.
El IEPS es un impuesto “indirecto” que se paga por servicios y bienes recibidos. Lo paga todo el mundo. Bueno, todo el mundo que fuma (160%), beben (de 26.5% a 43%) , consumen refrescos ($1 peso por litro), apuestan (30%), comen pan dulce , y consumen gasolina, diesel o gas y que usan internet (3%) Los porcentajes indicados aplican sobre los precios básicos.
Pero hay más impuestos: Por ejemplo, si usted viaja por via aérea a México, su boleto incluirá el IVA sobre el importe proporcional de la tarifa volada sobre territorio mexicano. Si es usted turista, Pagará así mismo, el “DNR”, actualmente alrededor de $19USD por persona (*) e incluirá así mismo el “TUA” o Tasa de Uso de Aeropuerto que varía dependiendo del aeropuerto de que se trate. La cadena no termina aquí. Hay un “impuesto hotelero” (*) de aplicación general que va del 2.5% al 3,5% sobre la tarifa de hospedaje.
(*) Los impuestos referidos arriba mediante un asterisco fueron establecidos el primero, o “DNR”, para fondear los gastos de promoción del turismo de México en los mercados internacionales del CPTM (Consejo de Promoción Turística de México). El segundo o “Impuesto Hotelero”, iría a las cajas de los Fideicomisos de Turismo de las Ciudades que recabaron este impuesto – para así contar con recursos de promoción de la respectiva Ciudad y poder llegar a los mercados nacionales o internacionales y ubicarla como el mejor destino turístico para vacacionar.
Lo anterior, con el fin de aclarar lo que sigue: en México, según me han dicho, la Ley no permite “etiquetar” impuestos –como indebidamente se dice del DNR y del Impuesto Hotelero, por poner dos ejemplos que nos atañen. Según la Ley, todos los impuestos y derechos recabados en México deben de ir a una enorme “olla” (Presupuesto de Ingresos) y de allí, el Congreso designa lo usos o fines a los que se determinarán los fondos de la “olla”. (Presupuesto de Egresos).
Como pueden ver nuestros amables lectores, al turista le llegan nuestros impuestos por todos lados, aún antes de llegar a México: Desde que compró su boleto de avión pagó el DNR y el TUA y, sin importar la bandera de la línea aérea autorizada, el turista ya está aportando para pagar el ISR del transportador al fisco mexicano.
No conforme con esta lluvia de impuestos, vrios de ellos destinados al turista, el Sr. Pablo Azcárraga, Presidente del CNET (Consejo Nacional Empresarial Turístico) propone al Gobierno de Quintana Roo --para empezar--, la creación de un nuevo gravamen Estatal de $350 pesos a todo TURISTA EXTRANJERO, que llegue a ése Estado (y de seguro eventualmente a todo México) a fin de que se cuente con fondos “cuyo producto se dediqué (sic) a la atención de las crecientes necesidades que las entidades turísticas están enfrentando (resultado del creciente dinamismo del propio sector) que sirva por tanto para mejorar la seguridad turística, así como la infraestructura y la situación social de las familias que viven en los destinos turísticos de México”.
Me toca agregar: El C. Gobernador del Estado de Baja California Sur, Carlos Mendoza Davis, envió al H. Congreso de su Estado una iniciativa muy similar a la de don Pablo. La iniciativa fue aprobada y el impuesto al turismo debería ser efectivo. Misteriosamente, no ha sido aplicado. Nos toca seguir investigando. Dada la falta de espacio, continuaremos en el próximo Balcón para abundar sobre la propuesta del Presidente del CNET y ver por qué BCSur no ha aplicado lo que ya aprobó el Congreso Estatal. Con la venia.