El futuro nos alcanza
Expresiones de Armando Figaredo
Cuando comenzamos a esperar más de la cuenta al querer incorporarnos a uno u otro lado de la carretera de cuatro carriles, ya sea en San José del Cabo, en algún punto del corredor turístico o al llegar o salir de Cabo San Lucas en horas pico o no tanto. Cuando en sábado después de la una o dos de la tarde sentimos que estamos como que en el viaducto, periférico o segundo piso de la CDMX, es que tenemos que considerar que ya somos más de los que cabemos en este creciente e imparable municipio de Los Cabos.
Pero lo anterior nos es nada de lo cual tengamos que sorprendernos. Esto ya pasó con Acapulco, Mazatlán, Cancún y la Riviera Maya por mencionar algunos de estos destinos turísticos. De lo que sí hay que sorprenderse, preocuparse y hasta molestarse es de que de pronto nos demos cuenta que la actitud en general sea pasiva, cuando debe ser por demás activa.
Y es que cuando las autoridades que elegimos no están dando el ancho o al menos no con los resultados esperados, es cuando la comunidad debe presionar a través de cualquier forma. Ya sabemos que los diputados que representan los tres distritos de Los Cabos (el VIII de CSL, el XVI del corredor o el VII de SJC) hacen pero no lo suficiente para realmente demostrarnos que al menos ya hay fórmulas, proyectos, planes o acciones concretas y no nada más intenciones para justificar su nada despreciable sueldo, viáticos y otros jugosos bonos por ostentar el tan ambicionado cargo de Diputado de distrito.
No se salva tan poco la administración de este XII Ayuntamiento de Los Cabos que a pesar de que le ha echado todas las ganas, éstas no han servido ni pa´l arranque. La famosa auditoría forense a más de año y medio de gestión no ha presentado cargos penales contra quien resulte responsable. Si bien algunas de las denuncias interpuestas no se ve que realmente vayan a tener efecto a pesar de que la joven, muy activa y aparentemente mano de hierro, la síndica Susana Zataráin, ha mostrado madera para cambiar las cosas, sin embargo se ve y se siente que existen fuerzas superiores que le impiden concretar muchas de las acciones que ha intentado emprender.
Existen otros asuntos nada menores como el futuro de los depósitos finales de los desechos sólidos -la basura, para que me entienda mejor- que a la fecha solo sabemos de que ya se están estudiando algunos proyectos, pero nada más. Otro es la movilidad en el centro de las zonas urbanas de Cabo San Lucas y en especial de la cabecera municipal de San José del Cabo que desde hace varias, pero varias semanas, padece de una obra en la que también participa la tácita ineficiencia de FONATUR. La lentitud y poca pulcritud ya es característica en sus trabajos. Actualmente la queja de los ciudadanos va tanto para la institución federal como para la propia autoridad municipal que parecen omisas en intervenir para que, al menos, se planteen soluciones de vialidad provisionales con sentido común. Por lo que se ve no hay quien pueda ofrecer al menos una aspirina de movilidad mientras se terminan esta obras que parecen eternas.
Otra consecuencia de lo anterior es la falta de estacionamiento o circular con cierta lógica. Eso de “disculpe las molestias que estas obras le ocasionan” podrían ser menos, aunque se sabe que son obras que finalmente son en beneficio de la propia comunidad. Se pide tan solo un poco más de sentido común. El daño económico para los comerciantes, en imagen y a la movilidad para residentes y visitantes es más que evidente.
Pero lo más grave de todo, no es lo mencionado arriba, sino que el verdadero problema de este crecimiento vertiginoso –y que es de fondo-, parece ser que aun no se ve. Me refiero a la explosión demográfica que es un verdadero sunami que desde hace algunos meses ya se venía venir.
La falta de visión y planeación de autoridades de los tres niveles se deja ver en la falta de capacidad para negociar la adquisición de reservas territoriales (ver entrevista a ejidatarios de CSL) www.youtube.com y www.youtube.com (y la entrevistas a los de SJC) (www.youtube.com y www.youtube.com) con más de 12 mil hectáreas y un proyecto integral sensato de más 600 has. que aun no ha recibido respuesta. En Cabo San Lucas con más de 10,000 hectáreas de las que 150 están en proceso de regularización y otras 200 con más de 25 mil personas (de 3 a 4 mil familias) se encuentran invadidas, o sea sin ningún tipo de servicios con las consecuencias lógicas de niños, adolescentes, personas de la tercera edad y adultos que viven en condiciones infrahumanas donde se crean focos de insalubridad, violencia intra y extra familiar como el pandillerismo que en conjunto conforman los perfectos caldos de cultivo para que el narcotráfico y la delincuencia sigan creciendo.
Si no se resuelve todo lo anterior el futuro no solo nos va alcanzar sino que nos va a aplastar.
Cuídese
AF