Trump y más Trump
Expresiones de Armando Figaredo
Todavía no se cumplen ni veinte días de la asunción al poder del que, sin duda, es ya considerado el más polémico y controversial presidente de los Estados Unidos de la historia, y las órdenes ejecutivas (decretos) emitidas por su majestad Donald Primero, el Grande, acompañadas de sus agresivos y amenazantes discursos, mensajes, llamadas telefónicas, actitudes y demás situaciones inusuales e inesperadas, se han desbordado a borbotones sin importar consecuencias. Como que a esta administración se le estuviera haciendo tarde para demostrar a todos sus votantes que todo lo que dijo en su campaña sobre que “América sería grande otra vez”, debe ser una realidad, ya.
Lo cierto es que se ha convertido en la gran botana mundial. Su conducta y desprecio por la prensa además de sus variados actos circenses como el haber reprobado (recientemente) la decisión de un juez republicano (de la época de Bush padre) por detener su orden ejecutiva contra inmigrantes musulmanes y culparlo si ocurriese algún acto terrorista, han generado cientos…que cientos, miles de editoriales, columnas (entre ellas ésta misma que escribo), artículos, caricaturas, reportajes, análisis de su personalidad, de su genialidad negociadora, de su experiencia empresarial que, seguramente -dicen sus votantes y seguidores-, recuperará la economía y grandeza de América que había sido secuestrada por el establishment de los viejos políticos-ratas, además de otros socialistas, que han hecho de Estados Unidos un país que ha perdido el respeto internacional y del que muchos (entre ellos México por supuesto) han abusado con negociaciones en las que, éste antes poderoso país, ha obtenido la peor parte.
Ahora -dice él-, todo va a cambiar. El problema es que las formas y el estilo que está mostrando ya ha puesto a dudar y temblar a más de medio mundo. Su tono beligerante y envalentonado no ha sido suficiente ya que le ha impregnado, además de su amenazante uso y abuso del twitter, estrategias que emplean mentiras, noticias falsas y filtraciones desconcertantes que han creado una atmósfera con un tufo a dictadura o gobierno autoritario para satisfacer a sus votantes a quienes ya les aseguró que no se preocuparan por su estilo de hablar con otros líderes, porque iba a ser duro ya que es la forma de obtener los mejores beneficios para Estados Unidos en todas las negociaciones que ya está realizando.
Seguir hablando de este tema podría decirse que ya es hasta ocioso por todo lo que arriba ya he mencionado, pero es inevitable, pues se ha colado como la humedad por todos lados. Basta abrir cualquier periódico, página de noticias, programa de análisis de radio o televisión para iniciar el debate y darse cuenta de que el tema Trump predomina. Por ejemplo en Los Cabos, que es lo que nos toca analizar por ser nuestra realidad cercana, el tema resulta por demás interesante debido a la relación que mantenemos con miles de estadounidenses que están como turistas, como residentes temporales o permanentes que están entre nosotros.
Muchos de ellos que votaron por Donald se muestran cautelosos y prefieren no hablar de política porque se dan cuenta de que el tema puede ser extremadamente sensible por la aversión declarada por Trump y sus allegados contra nuestro país. Algunos de plano que no han podido evitar que se les etiquete como supremacistas salidos del closet cuando se han dado cuenta de que tienen un gobierno que piensa como ellos. Estos son los ultraconservadores con rasgos racistas que no logran ocultar cuando maltratan a algunos mexicanos que están a sus servicio (al parecer son los menos, afortunadamente, pero de que los hay, los hay).
Otros, los que no comulgan con Trump y Cía., y que están en contra de su absurda obsesión de construir un muro pagado por nosotros, tratan de mostrar su apoyo y simpatía por México ya sea mientras están en México o estando allá y que no ocultan su descontento como lo hiciera el jugador Martellus Bennet de los Patriotas, en el Super Bowl, quien afirmó que se debía destruir el muro pues él ama a México y que además no iría al festejo que ofrece la Casa Blanca a los ganadores.
El caso es que, como decía arriba, no son ni veinte días y las discusiones que esta administración trumpiana ha generado, anuncian una cascada que podría convertirse en un verdadero maremoto de situaciones tan inesperadas como negativas no solo para para nuestro país, sino para el resto del mundo.
Solo queda desear, aquí en Los Cabos, que ninguna de esas situaciones tenga consecuencias que enturbien nuestras relaciones con los turistas, los residentes y los inversionistas estadounidenses que han confiado en este destino turístico como uno de los más maravillosos de México y Latinoamérica
En la charola.- Más preocupante que Trump, la terrible epidemia de muerte en el bajo mundo. En lo que va del año, más muertes que días y las autoridades -de los tres niveles-, rebasadas por su incapacidad en detenerla. Sin resultados aun en La Paz, ni en Los Cabos ni en el resto del Estado y la sangre…continua derramándose.
AF