La argumentación


“La política es el arte de disfrazar de interés general el interés particular”Edmond Thiaudière, escritor y filósofo francés

 Vivimos tiempos políticos como hace mucho no se veían en todo el país. No solo porque se avecinan las elecciones más grandes de la historia de México donde se decidirá el gobierno de 15 entidades federativas, además de diputaciones federales, alcaldías y congresos locales lo que suman alrededor de 22 mil aspirantes a estos puestos de elección popular, sino también por la intensa efervescencia en ambas cámara legislativas impulsada principalmente por el Ejecutivo, o sea por el Presidente Andrés Manuel López Obrador quien también está sacudiendo al mismísimo Poder Judicial.

Las iniciativas de reformas que se han estado cocinando prácticamente se han cocinado al vapor lo que ha provocado gran resistencia por parte de la oposición y por sectores privados afectados.  Así tenemos que los amparos están a la orden del día como es la reforma a la Ley Eléctrica que limita las capacidades de las empresas dedicadas a generar energías limpias como las fotovoltaicas o solares y eólicas; las empresas de hidrocarburos en una similitud; la también controvertida reforma de la Ley de la Fiscalía General de la República y la no menos controversial reforma al poder judicial donde la Suprema Corte de Justicia de la Nación que aun no determina el tan mencionado y ya famoso artículo transitorio que comprende una ampliación a dos años más del Magistrado Presidente Arturo Zaldívar Lelo de Larrea quien también preside el Consejo de Judicatura, contraviniendo los artículos de la Constitución 97 y 100 que limitan ese período.

O sea, en otras palabras, tanto la Cámara de Senado que fue la cámara de origen de esta reforma por iniciativa del senador del Verde Ecologista Raúl Bolaños (un desconocido en el mundo político nacional) y que votaron 80 senadores (de varios partidos). Cabe decir que algunos de ellos confesaron que no sabían lo que votaban ya que el artículo transitorio fue introducido en el último momento de manera subrepticia, según los opositores.  El caso es que primero los senadores y luego los diputados, aprobaron esta reforma a sabiendas que violaban la Constitución, cuando estos mismos legisladores cuando tomaron posesión juraron cumplir y hace cumplir la Constitución.  Ahora la división de poderes se difumina cada vez más con el riesgo de convertir al gobierno federal en un gobierno autoritario, totalitario y lo que es peor aún en una posible dictadura de facto.

Y es aquí donde entra el término de argumentación que es el razonamiento que se emplea para probar o demostrar una proposición, o bien para convencer a alguien de aquello que se afirma o se niega.  Y basado precisamente  en la anterior premisa he estado escuchando los argumnentos de defensa de esainiciativa que contraria a dos de los artíuclos de la Constitución, el propio Presidente AMLO aseguró que la iniciativa no era antionstitucional sin más argumento que ese: su decir, su parecer. Me llamó la atención su afirmación de que la Justicia debe estar por encima de las Leyes, lo que va totalmente en contra de la filosofía y argumentación no solo de los expertos juristas (que no hubo uno solo que defendiera esta iniciativa, por cierto) sino también de los grandes pensadores de la antigüedad como Platón (ver sus Diálogos como La República o Las Leyes) y es que si se habla de Justicia habrá que ver la justicia según quién, por eso las Leyes son las que regulan la justicia aunque algunas de ellas puedan resultar injustas.

Concliuyo diciendo que si de argumentación hablamos, la del dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, ha resultado de pena ajena al igual que la usada poe energúmeno de Salgado Macedonio.  En una entrevista en CNN, fue vergonzoso escuchar y ver al político sin poder argumentar algo coherente a la pregunta de por qué los legisladores habían violado la Constitución.

En fin, argumentar la coherencia del porqué respetar la Constitución, esa  que todos estos políticos violan de forma cínica, justificando su actuar con el único argunento que conocen: “porque tenemos la mayoría y porque podemos hacerlo”

O sea: ¡porque sí!

 

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AF






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