De la crisis y los créditos bancarios

Si bien el panorama sanitario y económico en Los Cabos sigue siendo incierto, no está por demás hacer un recuento de cómo van las cosas a un nivel muy general, sin dejar a un lado que las circunstancias particulares son muchísimas y muy variadas. 

  Por supuesto es de entenderse que las afectaciones son muy distintas para cada sector y para cada individuo o familia, sin embargo no es ocioso tratar de describir, a grandes rasgos, lo que nos enfrentamos ya sea como ciudadanos, burócratas, profesionistas, trabajadores formales o informales, etcétera.  Lo cierto es que a todos o a casi todos, las consecuencias nos ha llegado o nos llegarán de una u otra forma.

  Por lo pronto la personas que viven en zonas más vulnerables y las que viven al día son las que nos deben preocupar más. De acuerdo con las últimas cifras proporcionadas por el Secretario del Trabajo y Desarrollo Social, Gustavo Hernández Vela, de los 22 mil trabajadores despedidos unos 3 mil no fueron liquidados conforme a la ley por lo que están en proceso de demanda contra sus empresas, el resto, mal que bien se arreglaron con sus patrones.

  Lo anterior significa que para los que pudieron recibir alguna indemnización, la agonía económica apenas comienza, al menos para los próximos dos meses (si bien les va) ya que cuentan con algo de efectivo para seguir adelante cubriendo sus gastos fijos y algunos compromisos crediticios que pudiera tener. Después, si las cosas no cambian (que es lo más seguro)  vendrán los problemas más graves sino recuperan alguna fuente de ingresos para concluir el año.

  Para los que pertenecen al reducidísimo porcentaje de riqueza (menos de 1%) pues no tendrán problema para resistir lo que sea necesario; para otros será llevadero y de forma muy importante para que la economía siga moviéndose, o sea, los que están relacionados comercialmente con el sector alimentario; de la construcción (proveedores, algunos arquitectos e ingenieros, etc.); de los artículos sanitarios como desinfectantes, cubrebocas, guantes y en general equipos médicos de prevención al contagio, medicamentos (farmacias), etcétera, etcétera, bueno pues tendrán ingresos de una u otra forma. Asimismo algunos otros servicios como son los de mantenimiento en general, ya sea de inmuebles, equipos, sector automotriz entre otros sectores que no han parado.

  Lo preocupante es que todos lo que tienen que ver con hoteles, restaurantes, prestadores de servicios turísticos y diversos negocios que directa o indirectamente viven del turismo pues ya desde hace un par de meses la están pasando negras y aun no se ve la luz en el túnel mientras siga la merma en la llegada de visitantes nacionales e internacionales.

  A estas alturas al menos entre el 35 y 40% de de los comercios y restaurantes ya están cerrados y un alto porcentaje dudan en continuar por los gastos que representa seguir adelante.

  Si hablamos de apoyos económicos y como todos sabemos, éstos  han sido nulos. El gobierno estatal hizo un gran esfuerzo respaldando créditos a personas físicas y empresas micro, pequeñas y medianas a través de la banca comercial con un fondo de más de 314 millones de pesos, ofreciendo la garantías para el otorgamiento del crédito de hasta 500 mil pesos, con 6 meses de gracia y hasta 5 años de plazo a una tasa de 13.9 % anual. Sin embargo de las más de 2,100 solicitudes, solo se ha aprobado un 2% cuando mucho.

  Lo que pasa es que las reglas de los 7 u 8 bancos participantes, son tan rígidas que se han visto obligados a rechazar las solicitudes ya sea porque la mayoría están en Buró de Crédito o simplemente porque en los últimos meses no han podido demostrar ingresos. Ambas razones son consecuencias lógicas de la crisis sanitaria por lo que se ha formado un círculo vicioso: no hay forma de mostrar solvencia y más con un futuro incierto y por otro lado los bancos no se van a arriesgar en aumentar su ya nutrida cartera de deudores por la misma crisis.

  Vaya complicación.  A tal grado que el gobierno ha decidido,  para mover ese fondo en ampliar hasta 5 millones el tope en vez de 500 mil pesos lo que, creo, no será la solución si los bancos no aflojan más sus lógicas reglas de crédito.

  Así las cosas porque sin estos apoyos en créditos no veo cómo la gran mayoría de empresarios no podrán subsistir y,  por ende, mantener sus nóminas, lo que provocará un incremento masivo en el desempleo.

  Veremos si el gobierno federal reacciona antes de que el caos comience a mostrarse en la inseguridad y gravísimo aumento en la pobreza y pobreza extrema.

  Por último, la esperanza que puede darnos algo de optimismo es que el sector turismo estadounidense ya comienza a moverse (lento pero seguro) gracias a los enormes esfuerzos que el FITURCA y la SECTURE están realizando sin parar enviar las señales correctas de que Los Cabos es seguro en sanidad, en seguridad, en inversión y sobre todo sigue siendo el lugar perfecto para descansar y disfrutar de la vida mejor que en cualquier otro lugar de Estados Unidos.

Siga cuidándose que es FUNDAMENTAL