Unos lo idolatran y otros lo odian


armando sanchez

Decía Margaret Thatcher, quien fue primera ministro del Reino Unido de 1979 a 1990, que quien se para en medio de un camino de dos vías, le pegan de un lado y le pegan del otro. Pues así estoy yo.

  En este mismo medio publiqué la semana pasada un editorial que llevaba por título, “¿Eres liberal o conservador? No manches”. El cual, en resumidas cuentas, hacía un llamado a que hubiera mayor congruencia de parte del presidente Lopez Obrador. Nada más allá de eso. Y como siempre ocurre en estos casos en que alguien cuestiona o critica a la 4T, no faltaron las descalificaciones hacia mi publicación de parte de los simpatizantes de ésta, y hasta un amigo me acusó de ser un “conservador mal informado” entre otras lindezas por el estilo.

  Ese desatino de Obrador de pretender dividir a los mexicanos entre liberales y conservadores, es una más de sus alocadas ocurrencias, otra de tantas.  

  El calificativo está completamente en desuso para estos tiempos. 

  Y pese a todo lo deschavetado que me parece nuestro Presidente, creo que hay mucho que vale la pena aprovechar de este experimento social que está llevando a cabo. 

  Esto es una amarga medicina que nos hacía falta para detener tanto pillaje y saqueo del país, cortesía de las administraciones pasadas, los llamados prianistas. Pero no olvidemos a perredistas, petistas, verde ecologistas   y el resto de la fauna política nociva, porque el bandidaje no se reduce solamente al PRI y al PAN; no se confundan. Todos los otros partidos se han sumado alegremente a desangrar a la nación incluido uno que otro bribón   dentro de MORENA.

  El proceso que se está dando de transformar el país es mucho más de lo que MORENA llama la 4T y ello genera resistencias de los grupos que por décadas se han visto beneficiados por la desigualdad y la corrupción   galopante.

  Entendamos que AMLO es la expresión de un hartazgo ciudadano que vio en él la única salida a tanta rapiña y de ahí viene todo el apoyo popular que ha recibido.

  Estamos en un México que ya no soporta la enorme marginación de más de la mitad de la población, un país agobiado por la violencia, desgarrado por los feminicidios y bañado en sangre por la guerra inútil al narco. Un   país donde el color de piel condena a muchos de sus habitantes a la exclusión social.

  La llegada al poder por parte de MORENA sintetiza en mucho las aspiraciones de la sociedad por acabar con todo este caos propiciado por los gobiernos anteriores. En ese anhelo radica la enorme popularidad de Andrés   Manuel, donde hay quienes incluso lo ven como un salvador.

  A muchos no nos gustan cosas que hace este excéntrico presidente y quisiéramos que actuara diferente, con más congruencia, con menos ocurrencias y necedades, porque de que es necio lo es, y se ufana de eso.

  Pero el tipo es así, esa es su personalidad y además tiene gusto por la confrontación y ni modo que le vamos a hacer.                                 

  Sin embargo, en lugar de estar conspirando para derrocar a AMLO, debemos apostarle a hacer que valga la pena transformar realmente el pais.

  Apoyar esos esfuerzos bien intencionados por cambiar las cosas, esto no quiere decir que renunciemos a nuestro derecho de señalar errores y desviaciones en el gobierno.

 

armandosanchezsalcido@gmail.com






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